Carlos Castillo
El arzobispo de Lima espera del Sínodo "una promoción de las formas específicas nuevas de Iglesia que hay que vivir en ese mundo"
Iglesia, presente y futuro: Carlos Castillo, arzobispo de Lima en entrevista exclusiva para Religión Digital
"La Iglesia del pasado tuvo su importancia en una sociedad estable, pero hoy no se pueden mantener formas autoritarias y no participativas, ni liturgias alejadas de la gente. Tenemos la verdad, pero es una verdad abierta"
"El Papa es una persona que tiene tal vivencia profunda de la fe que siempre uno le encuentra alegre y esperanzado. Tiene un visión histórica de las cosas y él ve siempre el futuro y hacia de dónde puede emerger algo nuevo"
"El proceso de desarrollo 'insostenible' que tenemos en este momento en el mundo va a conducir a un descalabro social muy grande"
"Las únicas personas que no escuchan a Francisco son las que han decidido cerrarse en su sistema. Pero lo que el Papa dice es más razonable para la humanidad. Entonces, estamos negándonos a lo razonable"
"Espero del Sínodo que el conjunto de iglesias de la Amazonía tenga una conexión con las iglesias urbanas que les ayudan y, simultáneamente, una promoción de las formas específicas nuevas de Iglesia que hay que vivir en ese mundo"
"Nuestra forma de ser Iglesia ya no es suficiente. En nuestro seno hay luchas de poder y necesitamos una reforma religiosa, empezando por la religiosidad popular, que no se aprovecha a fondo"
Lleva pocos meses en el cargo, pero ya ha revolucionado el arzobispado de Lima. Carlos Castillo Mattasoglio
(Lima, 1950) ha estado en Madrid, donde fue una de las 'estrellas' del
Encuentro Internacional por la Paz de San Egidio y del arzobispado de
Madrid. Intelectual con obra, pero sobre todo pastor sencillo, se alinea
abiertamente con las reformas de Francisco, para dejar ya atrás, de una
vez, el modelo de una "Iglesia pasadista" (en referencia al pasado),
para caminar hacia una Iglesia abierta, plural, sinodal e inculturada.
Acaba de estar con el Papa, en la reunión de los nuevos obispos ¿Cómo ha encontrado a Francisco?
El
Papa es una persona que tiene tal vivencia profunda de la fe que
siempre uno le encuentra alegre y esperanzado. Tiene un visión histórica
de las cosas y él ve siempre el futuro y de dónde puede emerger algo
nuevo. Siempre lo he encontrado alegre y lleno de imaginación; lleno de
respuestas muy precisas a las cosas.
Además, les ofreció un discurso muy potente a los nuevos prelados
Sí,
el discurso que nos dio tenía muchos elementos a 'braccio', como dicen
los italianos, es decir improvisando. Nos dijo, en primer lugar, 'no hay
que ser obispo-príncipe'.
O sea que, a pesar de los pesares, Francisco está tranquilo
Lo
encontré sumamente lúcido con las cosas, en medio de multitud de
problemas que puede haber en la Iglesia. Pero, como él dice: 'no me
quitan el sueño'.
¿Ni siquiera el tan cacareado 'cisma' le quita el sueño?
En
absoluto. Eso es lo de menos. La primera conversación que tuve con él
(ahora creo que lo ha ratificado) fue sobre la idea de que una manera
'pasadista' de pensar la Iglesia está claramente llamada a fracasar.
Incluso si consiguieran victorias pírricas. El problema 'grave' de la
historia de la Iglesia es que ese modelo se ha agotado. Y lo ha hecho
dramáticamente por la subversión realizada por modos de comportamiento
completamente contrarios a la fe, a la caridad y a la justicia.
Todos los grupos que declaran 'regresemos al pasado', ¿a qué pasado se refieren?
A
un pasado que tuvo su importancia en una sociedad estable, pero en una
sociedad dinámica y difícil, donde todo se sabe y todo se discute, no se
pueden mantener formas autoritarias y no participativas, ni liturgias
alejadas de la gente.
Son formas que, evidentemente,
quieren expresar -nadie lo puede negar- la sinceridad del misterio, pues
la contemplación siempre ha sido muy importante en la Iglesia: el
silencio. Pero no es lo mismo un sentido de lo profundo que las formas
exteriores en que, digamos, la Iglesia se anquilosa. No se abre al
mundo, no dialoga, se cree la poseedora de la verdad. Tenemos la verdad,
pero es una verdad abierta.
¿El
otro modelo inculturado dialogante y abierto, que preconiza el Papa, va
cuajando? ¿Cuaja en Latinoamérica? ¿Ve usted que cuaje en España?
Hay
sectores. Y creo que incluso en una situación en donde se propicia el
miedo, esos modelos pueden cuajar. Pero el problema está en que,
paralelamente, el proceso de desarrollo 'insostenible' que tenemos en
este momento en el mundo va a conducir a un descalabro social muy
grande. A una gran crisis económica, que está avasallando el mundo, en
donde no va a haber respuestas. Sólo respuestas autoritarias. No habrá
respuestas democráticas. A mí me parece que, en estos momentos, hay una
inspiración por parte de la gente a buscar una ampliación de la
democracia en todas partes.
El Papa a veces parece que tiene incluso miedo a una posible guerra nuclear, cuando habla de las guerras a pedazos
Por
supuesto que podría pasar y, además, eso podría ser instigado por los
grandes intereses. Por ejemplo, China tiene un desarrollo enorme,
facilitador del desarrollo económico, pero es la nación que más depreda
en el mundo. Entonces, el mundo se le puede venir encima. Y qué pasa, si
por una cosa así hacen una guerra. Felizmente, por ejemplo, vemos que
los coreanos se pusieron de acuerdo, no sé bien por qué razón. Pero, si
China no entra en un proceso de diálogo, vamos a una posible guerra
mundial, porque ellos no van a detenerse por progresar. Van a calcular
cuánto van a perder y cuánto van a ganar y les importará el resto. No
quiero meterme con el gobierno chino, pero uno siente estas cosas así.
Además, China tiene mucha influencia en Perú.
Mucha. Además, como está al otro lado del océanos, piensa que el Perú es uno de los lugares en donde puede tener inversiones.
Volviendo
a la Iglesia, la primavera de Francisco ¿es irreversible? ¿Los últimos
cardenales que acaba de nombrar van preparando, poco a poco, una
sucesión que pueda continuar en la misma línea papal?
Tengo
esa impresión, no solamente por los nombramientos, sino porque, como
todo lo que el papa Francisco habla es muy razonable a un espíritu
común, sencillo, y lo levanta; le hace pensar, le hace caminar, le hace
imaginar. Las personas que han decidido cerrarse en su sistema son las
únicas que no escuchan. Pero lo que el Papa dice es más razonable para
la humanidad. Entonces, estamos negándonos a lo razonable. Lo
mínimamente razonable.
¿Y lo que dice a la Iglesia también es lo razonable?
Sin
duda. A la Iglesia le pide la salida a una Iglesia más flexible, más
abierta. Un proceso, que se va haciendo poco a poco, no que destruye
todo lo anterior sino que lo va sabiendo reintegrar en una nueva
dimensión abierta y diversificada de la Iglesia. En ese sentido llevamos
un curso bastante bueno sobre sinodalidad. Todo el curso de este año a
los obispos nuevos ha sido sobre sinodalidad. Si bien es cierto que no
todos los ponentes estaban a la altura, hubo varios ponentes que se dan
cuenta de que vamos hacia una Iglesia que se va haciendo a la historia
y, por lo tanto, ése el sentido claro de la eclesiología. Y, en segundo
lugar, el pueblo de Dios tiene a todos los que somos responsables con la
gente sencilla haciendo la Iglesia que el Señor nos inspira.
Hablando de sínodo, ¿qué espera del Sínodo de la Amazonía? ¿Qué le haría sentirse satisfecho de conseguirse en este sínodo?
Que
el conjunto de iglesias de la Amazonía tenga una conexión con las
iglesias urbanas que les ayudan, un fidei y donum y, simultáneamente,
una promoción de las formas específicas nuevas de Iglesia que hay que
vivir en ese mundo. De esta forma, tendríamos el ejemplo para que ese
nuevo modelo lo aplicáramos a todo el mundo y crear formas nuevas de
Iglesia mucho más abiertas.
¿O sea, que la estrategia, en el fondo, es que ese modelo pudiera servir en otras partes, extrapolarse?
Un
primer paso. Para entenderlo hay que decir que la Amazonía es el punto
extremo del mundo, en donde se está viviendo toda la crisis que estamos
viendo. Ya el incendio es el grito máximo. En ese mundo complejo y que,
además, es el pulmón del mundo, se empieza a vivir una fe como ya los
misioneros lo han hecho. Lo que pasa es que hay diócesis que no tienen
ni cura. Son la gente sencilla, el pueblo sencillo, si lo valoramos, lo
alentamos. Nosotros vamos a aprender, el pueblo nos enseña. Y si podemos
hacerlo repercutir en la sociedad para que la gente vea y todos,
entonces, colaboramos, tendríamos un diálogo que permita la reforma en
las iglesias locales, especialmente en las urbes.
Una Iglesia profética y servidora
Eso
es. Nuestra forma de ser Iglesia ya no es suficiente. En nuestro seno
hay luchas de poder y necesitamos una reforma religiosa, empezando por
la religiosidad popular, que no se aprovecha a fondo. A veces, como en
el caso de Guadalupe, parece que caminamos con el piloto automático
puesto. No puede interesarnos sólo el culto a Dios y que, luego, cada
uno haga lo que quiera, aunque sea maltratar a su mujer. Debemos hacer
lo que nos pide el Papa: "apoyar a los movimientos populares, que
quieren ensanchar nuestra democracia”.
Por lo tanto, una Iglesia nada clerical
Nuestra
Iglesia ha de ser viva, sencilla y sensible. Tenemos que ser servidores
del pueblo, y no príncipes rodeados de sacerdotes trepas. Vivimos un
cambio epocal, en que el nuevo pueblo construirá las nuevas formas de
ser Iglesia. Y, lógicamente, para ello hay que atacar el clericalismo,
que refleja la fe de las élites, y el sacerdotalismo, que fue lo que más
perjudicó a Israel.
¿Ya le ha cogido el pulso a Lima?
Un
poco. Sí, con temor y temblor (ríe). Porque creo que es una realidad
compleja no solamente por el pasado, sino porque por sí misma es una
sociedad muy desafiante y tenemos que imaginar mucho lo nuevo.
La
experiencia que tenemos con los tres obispos, que somo párrocos, es que
la conocemos con la gente sencilla. El diálogo es muy lindo; hay mucha
apertura. Tú sabes que somos uno de los países más religiosos de América
Latina y a su vez creemos que nos falta profundizar el sentido de de la
evangelización, que está presente en el corazón de la religiosidad. El
Papa me indicó mucho que descubriera que nuestros santos fueron profetas
y que, más bien, dentro de ese profetismo hay una fuente inagotable de
evangelio. Y que entonces, con cuidado, con respeto y con cariño,
sepamos rescatar lo profético.
¿Alguna espina en sus comienzos como nuevo arzobispo de Lima?
Claro. Las rosas siempre llevan espinas.
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Fonte: https://www.religiondigital.org/mundo/pasadista-Iglesia-claramente-llamada-fracasar-religion-sinodo-amazonia_0_2160683918.html
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